Hoy, os
voy a hablar de algo que me emociona mucho…
El pasado viernes por la mañana, Filipinas fue golpeado por super tifón Haiyan (o
Yolanda). Según CNN, el tifón
fue tres veces más fuerte que huracán
Katrina y hubo tormentas tropicales cuya extensión es comparable al tamaño de Alemania. Durante el
pico de la tormenta, hubo olas similares a las de un tsunami y los vientos
alcanzaron más de 235 kilómetros por hora.
Visayas Este, una de la regiones más pobres de Filipinas, fue la más afectada por Haiyan. Según las autoridades, alrededor de 100'000 personas ya murieron en este desastre.
Visayas Este, una de la regiones más pobres de Filipinas, fue la más afectada por Haiyan. Según las autoridades, alrededor de 100'000 personas ya murieron en este desastre.
Muchas regiones fueron completamente destruidas,
dejando a los habitantes sin nada. Un sinnúmero de personas están buscando
a sus familiares desaparecidos y hacen frente a la pérdida de seres
queridos. Los afectados no tienen comida ni agua,
y están rodeados de escombros y cadáveres. Debido a la deficiente infraestructura de las regiones
afectadas, es difícil transportar agua, comestibles, ropa, falsadas y
suministros médicos allí. A causa de la falta
de nutrición, las víctimas son
cada vez más desesperadas. Sin embargo, están cooperando
y tratando de hacer lo mejor de la situación, y oran constantemente, porque son muy religiosos.
Estas condiciones son ya bastante malas, pero lo peor es el riesgo
de la proliferación de enfermedades transmitidas
por el agua, mientras que las
zonas afectadas faltan ayuda
médica.
Muchos países y organizaciones donan mucho dinero
a las Filipinas, pero no hay ninguna garantía de que todo ese dinero va a llegar
donde debería, porque hay mucha corrupción allí.
La razón por la que este desastre me afecta mucho es que soy medio filipina
(y medio noruega). Mi madre nació en Sorsogon, una provincia situada en la región de Bícol, al sur de la
isla de Luzón. Algunos de nuestros parientes
todavía viven en Sorsogon y otros viven en Manila,
la capital de Filipinas.
Afortunadamente, todos mis familiares filipinos están bien porque viven en zonas que no fueron afectadas tan gravemente como Visayas. El único problema es que mis parientes de Sorsogon dependen de sus propias cosechas, pero estas fueron destruidas por los fuertes vientos y la lluvia excesiva.
Afortunadamente, todos mis familiares filipinos están bien porque viven en zonas que no fueron afectadas tan gravemente como Visayas. El único problema es que mis parientes de Sorsogon dependen de sus propias cosechas, pero estas fueron destruidas por los fuertes vientos y la lluvia excesiva.
Esto me emociona mucho también. Es muy triste ver un montón de gente sin nada, sin algo de comer y de beber, y lo más triste es de saber que muchos perdieron alguien de su familia. No tenemos la posibilidad de imaginar el dolor y desespero que están sintiendo.
ResponderEliminarEstoy muy feliz por ti, estoy feliz que tu familia está bien. Pero tengo una amiga que está atentando contactar su familia pero nadie la contesta. Ella está muy preocupada porque no sabe lo que ha ocurrido con su familia.
Si yo tenía mucho dinero, y se tuviese la certeza que mi dinero llegaría para los que necesitan, yo los ayudaría con mucho placer. La única cosa que puedo hacer es orar a Dios para que él les ayuda.
¡Animo para ti y para tu familia!